El director general del INAH, Diego Prieto Hernández, encomió la iniciativa cultural y de fomento a la lectura que representa el encuentro librero
Dentro del primer día de actividades del evento, el antropólogo encabezó un diálogo conmemorativo a los 80 años de la fundación del INAH
Con un conversatorio relativo al 80 aniversario de su fundación, encabezado por su director general, Diego Prieto Hernández, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) acompañó el inicio de las actividades de la 1ra Feria Internacional del Libro de la Cámara de Diputados. En el diálogo, llevado a cabo en el recinto legislativo de San Lázaro, y en compañía de Ricardo de la Peña Marshall, presidente del Consejo Editorial de la Cámara de Diputados, y de Samuel Rico Medina, director general de Servicios de Documentación, Información y Análisis en la cámara baja, el titular del INAH se dijo complacido de acompañar, como entusiasta de los libros y representante de una institución, a la primera edición del encuentro librero. “Los libros, sean de ficción, poesía, ensayo o de temas científicos y académicos, son fundamentales para el desarrollo de los individuos y las sociedades. En este sentido, me parece adecuado que la Cámara de Diputados y todos los funcionarios que la integran pongan el ejemplo al impulsar el fomento a la lectura y el acceso a la literatura”, declaró. Posterior a estas palabras, el antropólogo ofreció al público asistente una síntesis de la labor cotidiana del INAH en actividades de cuidado, protección, investigación y difusión del patrimonio cultural de los mexicanos en sus distintas acepciones: histórico, intangible y biocultural, entre otros, así como un repaso por los antecedentes de la dependencia creada en 1939, durante el gobierno del general Lázaro Cárdenas del Río.
Algunos de estos antecedentes, expuso, van más allá del hallazgo de la Tumba 7 de Monte Albán, Oaxaca, en 1932, y de las gestiones que a partir de entonces impulsaron académicos como Alfonso Caso para dar pie, siete años después, a la creación del INAH. “Un momento que sabemos prefiguró, en lo que hoy es México, la idea de recuperar el valor de las antigüedades y las culturas prehispánicas, fue el surgimiento, a fines del siglo XVIII, del llamado ‘nacionalismo criollo’, por medio del cual un sector de la población entonces virreinal, comenzó a identificarse bajo una historia y una cultura en común”. Por aquella época, dijo, ocurrieron también dos hallazgos arqueológicos en la Plaza Mayor de la Ciudad de México: el descubrimiento de la Piedra del Sol y del monolito de la diosa Coatlicue, que detonaron una voluntad ‘primigenia’ de investigación y resguardo patrimonial por parte de la autoridad gobernante. Años más tarde y aun pese a la endeble economía que acompañó a los primeros años del México independiente, ya en el siglo XIX, esfuerzos individuales como los del erudito Lucas Alamán y el presidente Guadalupe Victoria, permitieron la apertura del Museo Nacional Mexicano en 1825. Este recinto, de breve vida pública, esperó cuatro décadas a que personajes como el emperador Maximiliano de Habsburgo, a quien Prieto Hernández calificó como alguien “verdaderamente apasionado por la historia de México”, lo enriquecieran en cuanto a espacios y colecciones. Recordó que fue el propio archiduque austriaco quien repatrió el chimalli, o escudo de guerra, que hoy —y hasta fines de mayo próximo— es la pieza central de la muestra temporal homónima en el Museo Nacional de Historia, Castillo de Chapultepec. Luego, el titular del INAH explicó cómo durante el resto del siglo XIX y los primeros años del XX, el desarrollo del país hizo palpable la necesidad de contar con profesionistas en los campos de la arqueología, la historia y la antropología; situación que derivó en el surgimiento, hacia 1910, de la Escuela Internacional de Arqueología y Etnología Americanas. El antropólogo concluyó que pasados los acontecimientos de la Revolución y la posrevolución mexicanas, los años 30 representaron la confluencia entre una voluntad gubernamental manifestada por el general Lázaro Cárdenas y una necesidad tanto social como académica de resguardo, protección e investigación patrimonial que concretó la creación del instituto que ahora encabeza. “Hoy el INAH es un organismo consolidado, tiene a su cargo 160 museos y 192 zonas arqueológicas abiertas al público, y se encarga de formar nuevos cuadros de profesionistas en sus disciplinas afines, no obstante, tiene el reto de acompañar la transformación de un país que ahora se define como diverso y pluricultural”, finalizó Diego Prieto.
Cabe destacar que el INAH participa en la 1ra Feria Internacional del Libro de la Cámara de Diputados, cuyas actividades se llevarán a cabo hasta el próximo 25 de abril en la explanada y los salones de actos del Edificio C del recinto legislativo de San Lázaro, con más de 150 títulos disponibles para su compra. El acceso al público es libre.