*** La edición forma parte de las actividades conmemorativas que se realizan en Campeche por el 80 aniversario del Instituto Nacional de Antropología e Historia
La ciudad de Campeche representa una muestra excepcional de la riqueza histórica y cultural de México, que se refleja en sus calles dispuestas a manera de damero en el centro histórico, junto con sus grandes casas coloniales, la arquitectura religiosa y su sobresaliente arquitectura militar, que se extiende hasta sus barrios tradicionales, los cuales son evidencia tangible de la presencia e influencia de la cultura hispánica, desde el siglo XVI y hasta el XIX. Por su extraordinaria conservación, la ciudad de San Francisco de Campeche, fue declarada el 1 de diciembre de 1999, como Patrimonio Cultural de la Humanidad.
La colección Patrimonio, que edita el INAH desde 2013, nació con la finalidad de motivar a los lectores a valorar las ciudades del país que cuentan con decretos de zonas de monumentos históricos, que a la fecha suman 59. La edición número 11, dedicada a la ciudad de Campeche, será presentada este 16 de mayo en la Sala de Fortificaciones del Centro Cultural El Palacio, en punto de las 19 h.; con la presencia de Delio Carrillo Pérez, Secretario de Cultura de Campeche, Adriana Konzevik Cabib, Coordinadora de Asesores del INAH, Julieta García García, Subdirectora de Investigación en la Coordinación Nacional de Monumentos Históricos del INAH y Elia Guadalupe Salavarria Pedrero, Enlace Social del Proyecto Tren Maya – Tramo Golfo.
La publicación Campeche, Zona de Monumentos Históricos, está conformada por once artículos, escritos principalmente por investigadores y colaboradores del Centro INAH Campeche, así como por otros expertos en la historia de la ciudad, quienes comparten sus conocimientos y experiencia a través de 87 páginas ampliamente ilustradas.
Pablo Trujillo García, relata como en esta ciudad, que forma parte de la península de Yucatán, se desarrolló la cultura maya, pueblo con gran conocimiento de los materiales y procedimientos constructivos, que los conquistadores aprovecharon y adaptaron a sus construcciones civiles, religiosas y militares.
Fernando Álvarez Aguilar junto con Heber Ojeda Mas, nos llevan a entender cómo fue el encuentro entre las dos culturas, en el artículo: Cruce de civilizaciones en una provincia maya. Unos, asombrados por las imponentes construcciones de cal y canto junto con gran cantidad de costumbres ajenas a las suyas; y otros, curiosos por observar un tono de piel diferente al suyo, atuendos raros y largas barbas. Ambas culturas iniciarían un largo proceso, que implicaba la inminente mezcla de culturas, la transformación de costumbres y tradiciones, dando como resultado el Campeche de hoy.
En el artículo Traza urbana de la ciudad y puerto de San Francisco de Campeche, el arquitecto Carlos Huitz Baqueiro explica cómo fue conformándose la ciudad alrededor de la plaza principal, donde se levantaron los edificios representativos del poder de la época. El trazo del recinto fortificado se implementó tomando en cuenta los tratados de la arquitectura militar de Europa en los siglos XVII y XVIII, con forma de hexágono irregular, quedando finalmente consolidada la traza en 1779, agregándose al proyecto algunos barrios, hoy conocidos como “tradicionales”.
El tema La arquitectura doméstica del siglo XVIII en el recinto amurallado, es abordado por la arquitecta Dolores Cú Sánchez, quien explica que las casas donde vivían los habitantes de origen criollo estaban alejadas de la plaza y de las primeras manzanas que ocupan las grandes mansiones de los habitantes españoles. Describe las características arquitectónicas de este tipo de viviendas, sus materiales y sistemas constructivos, lo que manifiesta, según la autora, una sociedad dividida en estratos sociales que no se quedó estática, sino que evolucionó según las necesidades de sus pobladores.
El arquitecto Miguel Cárdenas Barrera habla en su texto sobre una arquitectura muy significativa en Campeche, la fortificación y sistema defensivo, donde sugiere que las primeras construcciones españolas en la península de Yucatán debieron ser palizadas sencillas en una primera intención de seguridad; posteriormente, entre múltiples problemas económicos los proyectos evolucionaron hasta dar como resultado los gruesos muros de la muralla que permanecen hasta el día de hoy.
Por su parte, la historiadora Miriam León nos sumerge en el mundo de Las haciendas: vestigios histórico y culturales, muestra clara de los cambios sociales y económicos de una comunidad. Refieren directamente a la historia de la explotación de recursos naturales y recursos humanos de la época. Estas suntuosas construcciones evocan al poder económico de algunas familias campechanas de los siglos XIX y XX.
El tema de la importancia de Campeche como puerto comercial, es abordado por Helena Barba y Abiud Pizá, en el texto: Producción y comercio virreinal en el puerto de Campeche. Una visión desde el patrimonio cultural subacuático, donde explican que de acuerdo al análisis de los pecios encontrados en diversos sitios arqueológicos subacuáticos, se puede tener una idea clara del tipo de embarcaciones que surcaba la sonda de Campeche y tipo de productos que transportaban.
Parte importante de todo pueblo, es su gastronomía, por ello, Enrique Meneses nos habla de La cocina campechana: su origen y evolución. En una mezcla de colores y sabores que dan fe de las técnicas culinarias, resultado de la cocina española con recetas heredadas de los árabes, cartagineses, romanos, y fenicios, entre otros, que al adaptarse a los alimentos de la región propiciaron una cocina mestiza, que hoy disfruta nuestro paladar.
En el artículo de José Manuel Alcocer Bernés, Tradiciones campechanas, espejo de identidad, se da cuenta de las diferentes fiestas y tradiciones que celebran los campechanos, unas llenas de solemnidad de devoción como la del Cristo Negro de San Román y otras de gran alegría y algarabía como el Carnaval o una vaquería.
Una de las piezas más representativas y de mayor veneración para los campechanos es el Santo Sepulcro del Cristo de la catedral de San Francisco de Campeche, cuya importancia radica en ser una obra barroca única en su género en la península de Yucatán, de esta pieza Erika Blanco, Leticia Jiménez y Diana Arano describen su composición y su uso de manera detallada.
Esta edición termina con un artículo de la autoría de Marilyn Domínguez y Verenice Ramírez, Remenbranzas del 7 de Agosto, donde de manera sencilla nos relatan las anécdotas que ocurrieron en este centro de intercambio comercial, enriquecido con la experiencia de comerciantes antiguos que iniciaron en este lugar, que ahora sólo queda en sus recuerdos.